
EL CHULO DE MI BARRIO per Alfons Duran | 09/03/2025
Probablemente esta figura siempre ha existido. La apropiación de tierras en los inicios del Neolítico (hace apenas diez mil años) se hizo gracias a estos personajes que utilizaban la violencia al servicio de los poderosos.
Y así ha seguido este perfil de esencias carpetovetónicas, con ligeras variantes asociadas al contexto. En mi adolescencia le llamábamos “chulo piscinas”, pues era en ese territorio donde exhibía su dominio. En la actualidad se propaga sobre todo como “portero de discoteca”, profesión más o menos regulada que tiene como requisito gozar de buenos atributos físicos o dar la impresión de tenerlos. Aquí también hay clases sociales y no es lo mismo un lugar selectivo y exclusivo para “gente bien” que un antro en un polígono para el resto de la población.
Parece que el estilo se ha consolidado y algunos personajes de la esfera política han tomado buena nota y han aprovechado sus plataformas para incorporarse metafóricamente al equipo de los “chulos”.
En la movida geopolítica que nos ocupa (guerra de Ucrania, conflicto de Oriente Medio, etc.), muchos de los responsables de gobierno europeos (que no lideran nada), han alardeado públicamente de su musculatura. Hace unas semanas, por ejemplo, que el señor Keith Starmer, primer ministro británico, visitó Kiev para expresar su solidaridad con el señor Zelensky, con el que firmó un acuerdo de asociación de cien años (100 !!!). Una soberana estupidez, carente de contenido, donde el compromiso no se sabe de qué va ni si es entre ambos ciudadanos o entre los países que más o menos representan en este momento. Una “chulada”.
Pero en esta competencia de quien es más insensato, el señor Macron, presidente de una Francia en equilibrio inestable, ha ido más lejos y ha propuesto “proteger a Europa con la ayuda del paraguas nuclear de Francia”. ¿Protegerse de quién? La verdad es que sus antiguos compañeros de l’Ecole National d’Administration (los énarques) deben estar pensando que aquel chico trepador –que pasó de ejecutivo medio en la banca Rothschild a Presidente de su país- no se enteró mucho, en su etapa académica, de los procesos históricos que han afectado al mundo en los últimos trescientos años.
El que ha tenido que protegerse, no una vez sino muchas, ha sido justamente el lado opuesto: la Federación Rusa. ¿O es que este tipo chulesco con pinta de “pijo marrón” no conoce su propia historia y lo que significó la megalomanía de su predecesor Napoleón Bonaparte? ¿O es que ignora que la Francia republicana de los años cuarenta no fue capaz de protegerse de la invasión alemana y que fueron los nazis (no los rusos) los que entraron y se asentaron en París? ¿O es que se ha olvidado también de la guerra franco-prusiana de 1870 en la que la Francia perdedora tuvo que ceder a Prusia territorios de Alsacia-Lorena? ¿O es que cree que Otto von Bismarck había nacido en San Petersburgo?
Por favor, dennos un cierto respiro para poder procesar tantas sandeces.
El ciudadano Macron debe confundir las centrales nucleares con las ojivas nucleares. Las primeras, cuestionadas por los riesgos de las posibles radiaciones ad infinitum, son simples productoras de energía para uso civil. Es cierto que en situación de operar Francia cuenta con 56 estaciones, por debajo de Estados Unidos con 92 y seguida de China con 55. También es cierto que el 70% de su energía es de origen nuclear. Pues muy bien.
Lo que producen las segundas (las ojivas) es una cosa bien distinta. Son armas pensadas para la destrucción masiva en situaciones de conflicto militar. Su explosión es devastadora a nivel humano y medioambiental. Por eso en un momento de lucidez (perdida ahora) se firmó entre las principales potencias mundiales un acuerdo de no proliferación de armas nucleares.
Y los datos sobre su capacidad son abrumadores (fuentes FAS y SIPRI). La Federación Rusa tiene 6.400 ojivas nucleares, con unas 1.600 en estado desplegado. Estados Unidos 5.400 y unas 1.700 desplegadas. Francia tiene 290 y el Reino Unido 215. El diferencial entre los números no exige mucha explicación.
El señor Macron se cree portero de una gran y selecta discoteca de la zona alta (una Unión Europea que parece más bien un burdel) y por esto gallardea. Como lo hacen sus colegas europeos, en sus afanes de compartir “armas de destrucción masiva” para protegerse del “malvado Putin”, como tantas veces repite la obsesa jefa de la diplomacia europea señora Kaja Kallas. Será por eso que se reúnen constantemente y se comprometen a aumentar su presupuesto de “defensa global”, emitiendo bonos hasta la astronómica cifra de 800.000 millones de euros, una idea surgida de la frívola mente de la señora Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Aunque es muy improbable que lleven a buen término este proyecto, la medida solo servirá para endeudar más a unos países europeos en caída libre y para reducir progresivamente los gastos sociales y las inversiones en infraestructuras productivas.
Los ciudadanos europeos estamos en manos de una pandilla de majaderos que pueden conducirnos al Armagedón, al fin del mundo.
Tenemos que echarlos, aunque sea a golpe de voto.

Dels estatuts de RV-EV que ANNA notícies compartix, segon punt de les finalitats, on s’inclou a Rússia com a part d’Europa:
2. L’assoliment, des de Gibraltar als Urals, de la Confederació Europea de Repúbliques, basada en la llibertat, la igualtat i la fraternitat que impulse actuacions polítiques i econòmiques universals que asseguren la pau i la subsistència a tots els éssers humans.
