Elecciones generales: hay vida después de Compromís
Mireia González | LAS PROVINCIAS | Valencia, dilluns, 10 de julio 2023,
Enric Bataller, que abandonó el partido de Oltra en 2019, se presentará a los comicios tras fundar un nuevo proyecto político
El exmiembro de Compromís y exdiputado del Congreso, Enric Bataller, concurrirá a las elecciones del 23 de julio por la circunscripción de Valencia con la coalición Estat Valencià del Benestar (EVB) tras haber reunido los avales requeridos a finales de junio. La candidatura está integrada por el partido fundado por él mismo, Via Mediterrània, y por la formación República Valenciana, encabezada por Víctor Baeta, y busca el voto de los nacionalistas descontentos que no avalan el pacto de Compromís con Sumar.
Bataller se presenta a los comicios generales cuatros años después de abandonar Compromís con una carta abierta a la militancia en la que consideraba «parado el papel transformador» del proyecto y que no estaba «a la altura de las circunstancias del momento al no cumplir un papel propio y diferente respecto a otras formaciones». A su juicio, «la utilidad de la coalición había llegado a su punto final».
Dirigente fundador de la agrupación que lideraba Mónica Oltra dentro de Compromís, explicó que no quería «seguir siendo cómplice de una situación de partidos que no le gustaba y que no representaba en su plenitud a la pluralidad valenciana» y, por ello, fundó su propio partido. Su objetivo es demostrar que hay más vida política después de Compromís, pese a que hereda gran parte de sus principios nacionalistas. De hecho, califica a la Comunitat Valenciana, que la suele definir como País Valencià, como «un país empobrecido a pesar de contribuir a la economía estatal con producción y servicios».
Su formación, que aspira a obtener un improbable diputado, asegura ser «la única candidatura de estricta obediencia valenciana» y haber sido construida con el objetivo de «luchar por una democracia efectiva» y un «Estado valenciano de bienestar». La coalición que comparte con dirigentes que defienden la independencia de una república valenciana en una federación europea similar a EE UU tiene como primera medida un nuevo sistema de financiación pactado y que proporcione una «verdadera autonomía financiera» para la eliminación de la deuda histórica de la autonomía.
El programa electoral hace énfasis en la deuda histórica de la Generalitat que achacan a la infrafinanciación por parte del Gobierno y al dumping fiscal entre autonomías. Propone la reforma de la ley del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) para reducir la tributación por vivienda habitual y aumentar la de los inmuebles de uso no residencial. También quiere modificar el impuesto de sucesiones para que se pague según el territorio con la mayor parte de bienes heredados para evitar que algunas eliminen el gravamen para captar más residentes y promover una «competencia desleal».
En cuanto a cómo decidirán su voto a favor para la investidura de un candidato a la presidencia, aclaran que ofrecerán exclusivamente su apoyo a quien se comprometa a garantizar las propuestas de su programa: «Quien quiera ser presidente del Gobierno con nuestro voto tendrá que asegurar el cumplimiento de nuestras reivindicaciones», indica Bataller.
Entre ellas destaca la garantía de inversión eficiente en el corredor mediterráneo para agilizar las obras que no avanzan al ritmo que prometió el Gobierno pese a que sus provincias suponen «el 45% de la economía peninsular». También se incluiría la ampliación y mejora de la red ferroviaria de Cercanías.
Además, se menciona la racionalización y reducción del gasto público en cargos políticos e instituciones y se apuesta por la supresión de los ministerios de Agricultura y Cultura. Consideran que sus funciones y competencias ya las asumen las comunidades autónomas. Por otro lado, apuestan por la descentralización de órganos institucionales que considera «innecesariamente ubicados en Madrid» como el Tribunal Constitucional y también se tiene como objetivo la recuperación de un derecho civil valenciano regulado desde Les Corts y que «ya se reconoce a otras comunidades como Galicia, País Vasco o Cataluña». En la misma línea, se reclama igualdad legal entre el valenciano y el castellano «siguiendo el modelo lingüístico de Suiza».